Cuando algo acecha

Lo escribió Eduardo Fernando | 4:18 p. m. | 0 COMENTARIOS »

Todos pensamos alguna vez que cuando el amor llegara todo seria luz de bengala, sin embargo, cuando nos enamoramos, nos enfrentamos a algo más que el protagonismo de un cuento, nos enfrentamos a la realidad de dos seres humanos aprendiendo a convivir con su necesidad diaria y su necesidad de afecto.

Cuando me enamoré de verdad, si que me agarró duro, todo era, ¿cómo decirlo?, todo era demasiado bueno para ser verdad, las cosas fluían como quería, nos veíamos seguido, nos besábamos, nos reíamos, nos mirábamos, hacíamos las cosas que cualquier pareja de enamorados hacia.

Tiempo después, las cosas cambiaron. Las risas ahora eran lagrimas, los besos ahora eran gritos y las miradas eran palabras de odio mudo que nos lanzábamos el uno al otro. No sabia que hice mal, ella tampoco lo sabia, simplemente me dijo: 'Ya no más'. ¿Por qué?, porque estaba con otro hombre, claro está, que no me lo dijo cuando me cortó, me enteré por mi cuenta días después.

La infidelidad suele ser el desfogue de una o ambas partes en una relación de pareja. Los motivos son muchos, pero siempre se piensa que una persona es infiel simplemente por el aspecto físico o carnal. Una persona puede ser infiel también por sentirse vacío en el aspecto emocional, económico, racional, físico y otros factores que llenan al ser humano de dudas e indecisiones.

Afronte la infidelidad sintiéndome derrotado, poca cosa, que no servia para las relaciones, me sentí fracasado y ninguna de las palabras de aliento de los amigos servia, seguía sintiéndome mal, muy mal.
A las semanas, casi un mes, ella llegó llorando a la puerta de mi casa, pidiéndome perdón, que no sabia lo que había hecho y la perdoné. Sin embargo, debo confesar que quedé maltratado sentimentalmente, los recuerdos no me dejaban y la culpa me seguía, seguía sintiéndome el peor de los enamorados, mi autoestima llegó a cero.

Pero cuando hay amor un tercero puede ser siempre derrotado y eso es lo que pasó, ella se esforzó muchísimo por hacer que olvidará ese mal momento yo intente poner de mi parte y como mancuerna ambos logramos seguir unidos protegiéndonos el uno al otro.

El peligro de que un tercero aceche siempre está, sin embargo, siempre debemos ser racionales y conscientes de lo que tenemos a nuestro lado, respetar y saber amar para no hacer daño a otro que solo cumple con darnos el amor que merecemos.

En lo personal la infidelidad no es un tema de juego sino de cobardes.

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