Cuando eramos niños el dinero pasaba casi imperceptible en nuestras vidas, a lo mucho le pedíamos S/. 1 Sol a nuestros padres para algún chocolate en el colegio o para comprar las figuritas que faltaban en el álbum de moda. Hoy el dinero es mucho más que una gracia de momento, se ha convertido en una constante, en una necesidad, una incomoda necesidad.
Es una gratificante molestia. Ese papel o metal al que los humanos le hemos dado el valor casi divino de arreglar nuestras vidas y arrancarnos sonrisas.
Todo va bien cuando está presente y puede engreírnos en más de un capricho; pero, ¿Qué sucede cuando se ausenta de manera agresiva y no lo divisamos ni en el horizonte?.
La respuesta es diversa en cada persona. Malhumor, dolor, hinchazón, depresión, desazón, entre otras respuestas físicas y psíquicas. Que terrible sentir que el dinero es quien maneja tu vida por interminables momentos, que delicia es soñarse ganándose la 'Tinka' y pagando nuestras deudas, que triste es despertar y seguir siendo el mismo chavo en la misma vecindad.
Todo se ha vuelto extremadamente caro y la necesidad del vendedor afecta al comprador. La Gaseosa de 'luca' no existe más. El beso de moza que desde siempre estuvo a 'china' ya no existe y es que todo es dinero, por aquí y por allá.
Que linda chica material, se divierte sin igual, yo también quiero dinero por eso he de trabajar, quiero pagar mis deudas ¡YA!, quiero comprarme ese dulce sin chistar, tomarme ese taxi sin regatear, quiero ser multimillonario, ganar mi primer millón y "...comprarte una casa grande en donde quepa tu corazón..."
El dinero no te hace feliz, pero te ayuda a ser feliz. Por eso, hay que tenerlo. :(
Así es, lamentablemente necesitamos dinero para hacer miles de cosas. Me ha pasado muchas veces que cuando ya no hay dinero puedo descubrir, nuevamente, lo bueno de lo simple, los parques, las caminatas, jugar con ale, etc.
Gracias profesora, por leer mi post y comentarlo.
Un abrazo.