Cuando vamos al cine tenemos la posibilidad de viajar, de cambiar, de desprenderse de uno mismo y por un par de horas vivir en la piel de otro, el personaje.
Esta vez con la película, “el sustituto”, dirigida por Clint Eastwood, nos remontamos al pasado, exactamente al año 1928, donde Christine Collins (Angelina Jolie) denuncia la desaparición de su hijo de 9 años, luego de cinco meses de investigación, la policía le entrega a un niño que “supuestamente” es su hijo.
La protagonista no cesa en su intento por recuperar a su niño y se enfrenta al sistema policial, dándose en la cara con una cruda realidad, el autoritarismo y la falsa moral, así será manipulada por la propia policía para que su queja no les de mala imagen, pero su instinto de madre la hará más fuerte y llegará hasta el final.
La actuación de Angelina Jolie en el papel de madre, está vez, levemente envejecida por el maquillaje, sus lagrimas, sus momentos de vacio y de fuerza, su caracterización como luchadora contra todo un sistema, sin duda conmueve a más de uno, aunque haya sido duramente criticada.
Por otro lado la madura dirección de Clint Eastwood nos deleita, nos muestra una película con más de un ingrediente, con sobriedad y una hábil mezcla de temas que han escandalizado a la sociedad por años, como el secuestro, la corrupción, el abuso y la discriminación sexista.
Una buena película, con historia, buen guión y con dos horas y media de duración que te mantendrán en tu asiento, esperando saber, que sucedió con el hijo de Christine Collins.
y la desesperación de que en lo único importante para ti nadie te comprende, nadie te apoya
Así es, pero el sobreponerse a todo y creer en lo que nuestro corazón y mente dice, enfrentarse por lo que amas, así sea solo.