Que pena da mi sábado

Preso del silencio y amarrado por el letargo de las horas. Se cumplió un sábado más en el solitario anonimato, donde viniste a rescatarme pero tu humor estaba por estallar.

En mi casa ya no daba para más, no había más basura que sacar de mis olvidados cajones de la mesa de noche, tampoco más gavetas que limpiar ni mesa que recoger, así que lo único que podía hacer sin dinero en el bolsillo era pasear por el siempre alegre mercado de 'Jesús María'.

La tienda de vídeos piratas, ya la vi. La tienda de ropa, ya la vi. El puesto de comidas con imitaciones de lasagna, ya lo conozco. En fin, solo podía recurrir a pasearme (como siempre) por los corredores del poblado supermercado 'Metro'.

De todos modos no había nada nuevo, como no hay dinero, en la semana ya había visitado el supermercado. Así las cosas, mejor irme a jugar con mi sobrina, desde escondidas hasta Simón dice... Luego llegaste tú de mal humor, con tu mal día, con tu mal paso (ja), pero dentro de todo llegaste para ayudarme (Gracias), te acompañe al paradero y vi como te alejabas en el micro a pesar de que hubiera preferido te quedaras, te lo pedí, pero te sentías mal.

Para la noche la televisión ya no es buena compañía excepto cuando la 'tía Gise' aparece en pantalla y sus ocurrencias junto a su reality hace que las horas se disipen.

Ya adentrada la noche sin el programa de la 'tia' espero la llamada prometida pero no llega y me pongo a escribir este post que hace las veces de un diario, uno moderno, no de aquellos, más bien uno de los de ahora.

En un rato más me iré a dormir, así las horas pasarán y en mis sueños estoy seguro que estarás, porque en ese mundo nadie más que yo va reinar.

¿Haz pasado algún sábado así de aburrido? ¿Qué suele hacer los sábados para entretenerse?

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