Esta película se estrenó en nuestro país una semana antes de la noche de los premios Oscar y no vi tanta gente en la función hasta después de conocer que este largometraje gano la estatuilla de oro a mejor película. Fui a verla y me encantó.
“Slumdog” o “¿Quién quiere ser millonario?”, como se le conoce por estos lares, se estrenaba en nuestro país con cuatro globos de oro y siete premios Bafta en su haber, la trama llamaba la atención, hacia que uno que otro se pregunte, ¿será? ¿no será?, nos enteramos que estaba nominada al Oscar, empezamos a comentar: “Nominada al Oscar”, ¿será?, ¿no será?, hasta que decidimos ir a verla.
Debo decir que la vi ayer, cuando ya sabíamos de los ocho premios Oscar que había ganado la cinta, es tan distinto como la gente ingresa a ver una película ganadora del Oscar, que ingresar a ver una que no ha ganado nada, sin embargo es un prejuicio que debemos quitarnos y aprender a ver cada una de las cintas como únicas y prometedoras, aunque algunas, no lo sean.
Jamal Malik es un joven huérfano que vive en una barriada pobre de Bombay, decide presentarse a la versión india del programa concurso: ¿Quién quiere ser millonario?, Ante la sorpresa de todos Jamal responde correctamente a todas y cada una de las preguntas, ¿Cómo es posible que un chico como el conteste todas las preguntas?. Cuando Jamal está a punto de ganar los 20 millones de rupias, la policía lo detiene y se lo lleva para interrogarlo.
Jamal deberá explicar por que conocía las respuestas, teniendo que recurrir para ello a relatar diferentes momentos de su vida, que además ayudaran a desvelar la verdadera razón de su participación en el concurso.
En lo personal y en concreto, “Slumdog” es una historia de amor matizada magistralmente con situaciones de la vida. Es de esas películas que nos abofetean mostrando la cruda realidad en la que vivimos, casi sin darnos cuenta nos habla de una infinidad de temas, nos hablan de la religión, del abuso, del trabajo fácil, del abuso infantil, de tantas cosas y con tanta acción entre historia e historia que uno apenas tiene tiempo de respirar.
Punto aparte es su Banda sonora, espectacular, tan pegajosa e idónea para cada momento de la película. Una historia que nos demuestra que algunas cosas solo el destino las sabe y que por lo tanto “Estaba escrito”.
y la vida sigue haciéndonos favores
Muchísimos