La esencia de un evento anual que premia a lo mejor del séptimo arte, regresó.
La emisión número 81 de los premios OSCAR ha llenado nuestras pantallas, nuevamente, de magia, pura magia al mejor estilo de las ediciones de antaño.
Esta vez el escenario tenia la meta de remontarnos a la época dorada de los premios y así estaba establecido para toda la jornada, el ambiente, las luces, la presentación de la ternas, como contrastando las generaciones, se hacia el deleite de la noche.
Cuando Hugh Jackman hace su aparición en escena, el público todavía permanecía frio, pero el actor se los fue metiendo en el bolsillo gracias a que no quedo como un simple presentador, Hugh Jackman cantó, bailó y bromeó.
Las películas con mayores nominaciones fueron “El extraño caso de Benjamin Button” nominado a 13 categorías y “Slumdog Millionaire” (¿Quién quiere ser millonario)nominado a 10, siendo esta misma la que triunfe con 8 estatuillas incluida MEJOR PELÍCULA.
También es importante mencionar que:
Penélope Cruz ganó un premio a “Mejor actriz secundaria” por “Vicky Cristina Barcelona”.
“Wall-e” ganó una estatuilla a “Mejor película animada”.
Kate Winslet ganó el premio a “Mejor Actriz” por “The Reader”.
Sean Penn gana la estatuilla dorada a “Mejor Actor” por “Mi nombre es Harvey Milk”,
Y el cantado OSCAR póstumo para Heath Ledger por “El caballero de la noche” en el papel del Jocker.
Los musicales fueron uno de los mejores atractivos de la noche y por supuesto la dosis emotiva que el director de los premios decidió poner en esta edición.
Sin duda los realizadores recordaron que la entrega de los premios OSCAR es un show mediático, que por ser un “show”, debe entretener al público, algo que se había olvidado desde hace algunos años. Por esta emisión en particular, puedo decir que me divertí con los premios OSCAR.
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